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Falleció Carlos Pedro Blaquier, emblema del empresariado argentino

Gran defensor de la industrialización nacional, Carlos Pedro Blaquier fue uno de los empresarios más importantes de la Argentina. Dirigió la empresa Ledesma durante 43 años, desde 1970 hasta 2013.

 

Nació el 28 de agosto de 1927, estudió en el colegio Champagnat, egresó del Instituto Superior de Filosofía y se doctoró en Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad de Buenos Aires. Además, la Universidad Pontificia Lateranense de Roma le otorgó el Doctorado “Honoris Causa” en Filosofía.

 

Se casó con Nelly Arrieta Wollmann, con quien tuvo cinco hijos, y el 2 de febrero de 1970 reemplazó a su suegro, Herminio Arrieta, en la conducción de la empresa jujeña Ledesma, donde durante 18 años había cumplido funciones ejecutivas. Ya en ese entonces, Ledesma era una compañía pujante y promisoria, pero fue durante su mandato que logró convertirse en la principal empresa del norte argentino y en una de las más importantes del país.

 

Blaquier siempre se mostró agradecido y supo reconocer el trabajo de sus predecesores.

 

Lo difícil es hacer la base sólida; esa no la hice yo, la hicieron (Enrique) Wollmann y Arrieta. Yo construí sobre buenas bases; si no hubiera tenido buenas bases se habría venido todo abajo”,

manifestó durante los festejos del centenario de la empresa, en 2008.

 

La gestión de Carlos Pedro Blaquier se destacó por tres aspectos emblemáticos: el crecimiento de la producción, la diversificación integral del negocio y el compromiso con la comunidad.

 

Así, durante el período en el que presidió la empresa, Ledesma duplicó su producción de azúcar, cuadriplicó la producción de papel y aumentó la producción de alcohol de 21,2 millones a 70 millones de litros, de los cuales 60 millones se destinan a la producción de etanol.

 

En tanto, y además de aumentar la escala, el Dr. Blaquier también avanzó en un segundo eje de gestión: el de la integración junto con una diversificación acotada en negocios que tuvieran sinergias con los tradicionales. Gracias a esta estrategia, Ledesma desarrolló diversos negocios.

 

El legado de Carlos Pedro Blaquier va más allá de Ledesma: nos deja una visión de país, el ejemplo del esfuerzo y del trabajo cotidianos, su prédica en favor de la industrialización y de la integración, su permanente optimismo a pesar de las adversidades, su vocación por la excelencia y su profundo amor por la Argentina.
Decenas de miles de empleados de Ledesma trabajaron bajo su liderazgo, contribuyendo a que la empresa se convirtiera en un referente de la agroindustria argentina.

Carlos Pedro Blaquier es de esas personas que trascienden por sus logros y por su legado. Como los precursores, su obra es la que habla por él.