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Introducción

El presente Reporte Integrado abarca el ejercicio 2022/23 de Ledesma e incluye en un solo documento su Memoria, su Balance y su Informe de Sostenibilidad.

Se confecciona de acuerdo con las directrices del documento “The International Integrated Reporting Framework”, elaborado por el Consejo Internacional de Reporte Integrado (IIRC). Esta modalidad de Memoria y Reporte Integrado presenta de forma integrada información financiera y de sostenibilidad de la compañía, dando una visión sobre el modelo de negocio y de su impacto en el desarrollo sostenible, de sus estrategias y de los riesgos y oportunidades a las que se enfrenta, y exhibe su desempeño en las dimensiones económica, social y ambiental desde la perspectiva de una gobernanza transparente.

Luego del fuerte rebote que había experimentado la actividad económica en 2021 -tras la aguda caída de 2020, en ocasión de la cuarentena dispuesta para combatir la pandemia de Covid- el PBI de la República Argentina registró en 2022 un avance del 5,2%, en parte debido al efecto arrastre del año anterior. No obstante, ya en el cuarto trimestre del año se comenzó a evidenciar una ralentización, con una considerable caída de -1,5% si se medía solamente ese período. Al momento de la redacción de este Reporte, el Relevamiento de Expectativas del Mercado que elabora el Banco Central de la República Argentina entre consultoras y entidades privadas estimaba que el Producto Interno Bruto (PIB) caería 3% en 2023.

En mayo de 2023, al término del ejercicio 22/23, el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI Manufacturero) mostró una suba de 1,1% respecto al mismo mes de 2022. Ahora bien, cabe destacar que el IPI del rubro Alimentos y Bebidas registró un alza de apenas 0,2% respecto a mayo de 2022.

De acuerdo con los informes recientes del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (CEU), la curva de la producción industrial presenta cierta heterogeneidad, que en parte es resultante de la escasez estructural de dólares que padece la economía argentina a raíz de un fuerte déficit en su cuenta corriente, con el impacto que esto genera en la importación de insumos y bienes intermedios imprescindibles para la actividad.

En mayo de 2023, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró una caída de 5,5% en la comparación interanual -es decir, respecto al final del ejercicio 21/22-, y de 0,1% respecto a abril en la medición desestacionalizada. El sector agrícola sufrió un derrumbe del 43,8% en la comparación interanual, debido a la sequía a la que nos referimos a continuación.

La sequía sobre el campo argentino -la peor en 60 años, motivada por el fenómeno de La Niña, entre 2020 y abril de 2023- tuvo un fuerte impacto en la actividad económica, ya que contrajo significativamente las exportaciones agrícolas -principal fuente de divisas para la Argentina- y generó efectos negativos sobre el PBI y los ingresos fiscales. El gobierno nacional estimó que los costos de esta sequía ascenderían a US$18.200 millones en ingresos por exportaciones. Esta caída, por supuesto, se ha traducido además en una baja de las percepciones por retenciones.

Para incentivar la liquidación por parte de los agro-exportadores, el gobierno creó un Programa de Fomento Exportador, más conocido como “dólar soja”, que ofrecía un tipo de cambio más elevado y comprendía un grupo de exportaciones de productos agropecuarios. El déficit fiscal es en la actualidad un aspecto central del escenario macroeconómico, ya que condiciona al resto de las variables y se ha instalado como un tema de debate estructural que modela posturas políticas.

En línea con sus acuerdos con el FMI, en 2022 el gobierno bajó el gasto público de Nación casi un punto con relación a 2021: el gasto pasó de 21,2% del PBI en 2021 al 20,3% del PBI en 2022. Para 2023, según el Presupuesto Nacional aprobado por el Congreso, el gasto no debe superar el 18,7% del PBI. Ahora bien, en el acumulado a mayo de 2023, el déficit primario tuvo un aumento de 37,6% en términos reales respecto al mismo periodo de 2022.

Pese a los mencionados esfuerzos del gobierno nacional para reducir el déficit fiscal, parte de las necesidades del estado se cubrieron con emisión monetaria, lo que a su vez generó un aumento en los índices de inflación. La variación en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en el período comprendido por el ejercicio 22/23 fue de 114,2%, es decir que casi duplicó la registrada durante el ejercicio anterior (60,7%).

El rubro “Alimentos y Bebidas no alcohólicas” se situó levemente por arriba del índice general, con un aumento de 117,8%, aunque -al igual que el año anterior- los productos comprendidos en la categoría de precios acordados con el gobierno nacional estuvieron por debajo de ese valor. De esta manera, la inflación es hoy el principal problema de la economía argentina. A esto se suma la elevada caída en las reservas internacionales del Banco Central, que según estimaciones privadas calculan en cifras negativas al contar solo las de libre disponibilidad.

El gobierno nacional busca firmar un nuevo acuerdo con el FMI que le permita pagar los próximos vencimientos con el mismo organismo. El 1 de junio de 2022, al comienzo del ejercicio, el dólar estadounidense oficial se cotizó a $120,32, mientras que al cierre del ejercicio, el 31 de mayo de 2023, lo hizo a $239,50, una suba de 99% en los 12 meses. En consecuencia, durante ese período el dólar oficial se atrasó 15 puntos respecto a la inflación minorista que como hemos dicho fue de 114% en el mismo período.

En este contexto, la brecha entre el dólar oficial y el dólar llamado “paralelo”, que empezó el ejercicio con un valor de $206 y lo finalizó en $493, se amplió al 106%. Esta situación genera un escenario de volatilidad y condiciona la inversión productiva. En el primer trimestre de 2023, la tasa de desocupación en la Argentina fue de 6,9%, casi en el mismo nivel del período equivalente de 2022. En tanto, las personas bajo la línea de pobreza en el segundo semestre de 2022 -último dato disponible- llegaron al 39,2% de la población.

Estos índices ponen en contexto el escenario macroeconómico en el que se desempeñó Ledesma durante el ejercicio 22/23. Durante el segundo semestre de 2023 habrá elecciones generales en la Argentina, y es probable que el nuevo gobierno -que asumirá el 10 de diciembre próximo encare una política de equilibrio fiscal y estabilidad macroeconómica, aunque surge un interrogante sobre el tenso clima social que puede condicionar la nueva gestión.

La mayor provisión de gas desde el yacimiento de Vaca Muerta, y las consecuentes exportaciones de energía, así como la puesta en marcha de las explotaciones de Litio, pueden contribuir a reducir la escasez de dólares. Están por verse las condiciones climáticas que tendrá la nueva cosecha de granos, es decir, la otra gran fuente de divisas que tiene el país.